<p>Según Lowell, un prospector debe ser optimista, trabajador y extremadamente dedicado a la búsqueda de cuerpos mineralizados.</p>
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Según Lowell, un prospector debe ser optimista, trabajador y extremadamente dedicado a la búsqueda de cuerpos mineralizados.

Un rebelde empedernido

No está en duda: J David Lowell es el prospector de minerales de más éxito de los últimos 100 años. A lo largo de su vida, ha descubierto 17 yacimientos –un récord inigualado– y, con 87 años, no da muestras de bajar el ritmo.

Usted elogia las ventajas de la libertad y ha afirmado que sobresale en equivocarse. ¿Como le ha ayudado esto a convertirse quizás en el mejor prospector de todos los tiempos?
La exploración de minerales es cuestión de asumir riesgos: que bajen los precios de las materias primas, por un lado, o que suban los impuestos, por  el otro. O que por algún motivo geológico inexplicable, el modelo de depósitos de minerales simplemente no funcione o que, durante algunos años, el financiamiento global de la minería entre en crisis. Es una lotería y, ante esta situación, tienes dos opciones: no asumir riesgos y, probablemente, no encontrar nunca una mina nueva en toda tu vida profesional, o jugar con la estadística. Si la posibilidad de que una perforación dé con una mina nueva es de 1 contra 10, perforas 10 pozos, te equivocas en 9 y en el 10º, te conviertes en el hombre del momento.

¿Cuáles son las cualidades más importantes de un explorador exitoso?
Creo que la experiencia vale más que la formación académica. Es útil saber algo de geología pero a veces puede ser más útil saber mucho de minas porque la definición de “mineral” es “una roca que puede explotarse económicamente”. Un explorador  debe entender también de negocios y comprender la economía de los minerales. Debe ser optimista, muy trabajador y totalmente enfocado. Debe ser una persona independiente, dispuesta a dejar de lado los dogmas. También debe ser honrado y veraz.

Dice que las nuevas tecnologías han tenido un papel “muy modesto” en el descubrimiento de minas pero las empresas mineras invierten cada vez más en esas tecnologías. ¿Por qué?
Una parte muy importante de la tecnología de exploración minera procede de la industria del petróleo. En ese sector, perforar un pozo submarino a 10.000 metros de profundidad cuesta miles de millones de dólares y hace falta tecnología sofisticada para dar en el blanco y diseñar los equipos de perforación. Su recompensa, y también su costo, superan los del sector de la minería. Encontrar un campo petrolífero grande es como encontrar un pajar; encontrar un cuerpo mineralizado a gran profundidad es como encontrar la aguja. La tecnología del petróleo no da buen resultado con minerales pero las empresas están presionadas para decir a sus accionistas que usan tecnología de punta. He descubierto que el levantamiento geofísico más sencillo y más barato, el levantamiento magnetométrico, también es el más útil y confiable para para cartografiar los contactos subterráneos de rocas relativamente magnéticas, como el granito, en contacto con rocas de baja susceptibilidad magnética, como la piedra caliza.

Usted es un hombre muy independiente. ¿Qué lo impulsa?
Soy un independiente empedernido. Casi todos los afloramientos rocosos del mundo ya han sido estudiados, cada cuerpo mineralizado visible ha sido descubierto hace 10, 100, 500 o 2.000 años por algún explorador diligente y trabajador, con el dogma del momento. Al buscar minas nuevas, yo partía de que ninguno de los dogmas clásicos había funcionado, así que me dedicaba a buscar una explicación para cuerpos mineralizados que no se ajustaban a los dogmas. Es muy divertido ir por la propia.

Texto: Jean-Paul Small Foto: J David Lowell