China es el mayor consumidor mundial de carbón, la piedra negra que impulsa su industria y el rápido crecimiento del país. El carbón responde por aproximadamente dos terceras partes de la electricidad generada e impulsa la actividad siderúrgica del país. Con reservas consideradas las terceras del mundo en tamaño, el país produce y consume tanto carbón como el resto del mundo en su conjunto. Y es en Mongolia Interior donde se encuentran los mayores depósitos.

Iniciada en 2011 y propiedad de Zhongtian Hechuang Energy Company, la mina entrará en producción en la segunda mitad de 2016. Con alrededor de mil trabajadores operando bajo tierra, se espera alcanzar una producción anual media de 12 millones de toneladas de carbón e ingresos del orden de las 475 millones de dólares. La mina explota vetas carboníferas con reservas calculadas en 2.600 millones de toneladas.

Antes de entrar a la mina, los operarios retiran su equipo de sus armarios metálicos, se ponen sus botas de goma y sus cascos, recogen sus linternas y pasan por un torniquete antes de llegar al ascensor de la mina. La jaula del elevador se ve sólida y confiable. La entrada, espaciosa y muy iluminada, tiene un cartel en chino donde dice “Menkeqing te da la bienvenida”. Los túneles de la mina son anchos y fácilmente transitables para las 4×4 que recorren el lugar.

Lleva unos cuatro minutos bajar los 795 que separan la superficie de las galerías. La temperatura es de unos templados 25 grados y se siente el constante flujo de aire que se bombea desde el exterior. En una camioneta se pueden recorrer rápidamente los kilómetros de galería que el personal de la mina no cesa de construir, organizados en varios turnos diarios. China concentra el 90 por ciento de las operaciones mundiales de tipo longwall, y Menkeqing es una de las minas donde se emplea ese método.

Diseñados para empernar simultáneamente el techo y los laterales de las galerías, el MB670-1 es muy elogiado por los mineros por su facilidad de operación. Al jefe del equipo de Chen, Zhang Zhao Wen, un veterano con experiencia en cuestiones mecánicas y eléctricas de la operación minera, le gusta que el bolter miner tenga “una cantidad de controles fáciles de usar” muy bien ubicados.

La seguridad es la mayor prioridad en la mina y los operadores de máquinas están obligados a usar protección auditiva. Es otro terreno donde el Sandvik MB670-1 ha innovado, reduciendo el nivel de ruido en un diez por ciento, comparado con equipos anteriores. Zhang Hong Qiu, un veterano operador de equipos de 52 años de edad, dice que el MB670-1 es el bolter miner más rápido que ha usado. Al igual que otros colegas, valora la capacidad del equipo de cortar y fortificar al mismo tiempo, y aprecia el bajísimo promedio de fallas. El jefe del equipo, Zhang Zhao Wen, recuerda que uno de los grandes desafíos en una mina son los problemas de comunicaciones y las caídas en el ritmo de producción.

“Pero se solucionan cuando el equipo ha sido construido para operar sin interrupciones y ofrece un acceso optimizado a sus funciones”, dice.