Una carga valiosa

[preamble]Canadá.La clave es el hielo. Pese al frío glacial de Saskatchewan, la minera Cameco tiene que formar un escudo subterráneo de agua freática helada en torno al cuerpo mineralizado de la mina McArthur River, con el mineral de uranio de más alta ley del mundo.

La Cuenca de Athabasca, en la provincia canadiense de Saskatchewan, es uno de esos lugares que hay que ver a primera hora de la mañana, cuando todo el paisaje destella bajo los primeros rayos del sol. La nieve que cruje bajo las botas puede congelar los pies, incluso con las suelas más gruesas. El aire es limpio, transparente, pero, con una sensación térmica de -40ºC, los mineros se apresuran a buscar el calor de las galerías subterráneas.

La flota Sandvik en McArthur

• Cinco escariadoras Sandvik CRH10SD de 10 pies
• Tres perforadoras Sandvik DU331-TW
• Dos perforadoras Sandvik 6200W
• Dos bombas de agua Sandvik KW130
• Un cargador Sandvik LH410
• Un jumbo Sandvik H205D
• Una rozadora Sandvik AM75

A unos 500 metros debajo de la superficie, se encuentran las reservas de mineral de uranio de más alta ley del mundo. Su existencia se conoce desde los años 80 y se extrae el mineral desde el año 2000 pero hace muy poco que la mina ha alcanzado su máxima eficiencia productiva.

“Se encuentra en una formación de arenisca llena de agua”, dice Curtis Taylor, encargado de perforación de agujeros de congelación en la mina McArthur River. “Se parece a una esponja. Mientras perforamos, salen 1.900 litros de agua por minuto del agujero. Y cuando cerramos el agujero, la presión hidrostática puede llegar hasta 40 bar. Una perforadora normal de tiros largos no puede soportar esas presiones”.

Bajo la superficie, todo se ve limpio, cubierto con una capa uniforme de hormigón. Tubos interminables de distintos diámetros recorren las galerías. Taylor se detiene delante de un tablero que ilustra la mina. Lo que hace especial su situación, casi exclusiva de la Cuenca de Athabasca, es que el cuerpo mineralizado debe aislarse de la arenisca que lo rodea antes de que pueda realizarse la perforación de explotación.

“Son agujeros para tubos de congelación”, dice, señalando una serie de líneas rectas de color en el tablero. “Estos agujeros pueden tener profundidades de hasta 130 metros. Utilizamos una perforadora Sandvik DU331-TW y barras de 6,25 pulgadas. Luego forramos los agujeros con un doble revestimiento compuesto por tubos de acero y PVC y hacemos circular salmuera enfriada por su interior”.

“Esto enfría el suelo y crea un muro congelado, una pantalla que rodea el cuerpo mineralizado”, dice Taylor.

Acerca de Cameco

McArthur River es la mina de uranio más rica de Cameco; cada año, extraen unos 8,6 millones de toneladas de mineral que se transporta al cercano Key Lake, donde se procesa y se convierte en el producto final, torta amarilla u octaóxido de triuranio (U3O8).

Cameco aporta cerca del 14 por ciento de la producción mundial de uranio. La empresa es líder mundial, con minas en Canadá, Estados Unidos y Kazajstán. El liderazgo de Cameco se apoya en unas 210.000 toneladas de reservas probadas y probables. El uranio se comercializa como combustible para centrales nucleares en todo el mundo. En 2012, Cameco obtuvo unos ingresos de 2.100 millones de dólares  y un beneficio neto de 266 millones.

Este escudo de hielo de 15 metros de grosor mantiene alejada de la mina el agua procedente de la cuenca.

“Una vez congelado el suelo, desarrollamos cámaras de excavación en las que se perfora y extrae el mineral”, dice Taylor.

En otras palabras, perforan agujeros para poder perforar más agujeros. Es una técnica que exige precisión.

Los espacios entre los agujeros sólo miden 2,5 metros de ancho. Si la perforadora se desviara y se apartara más de 3,8 metros del fondo del agujero contiguo, el equipo de Taylor tendría que hacer otro.

“La configuración de la perforadora es crucial y la propia broca debe poder posicionarse fácilmente sobre el agujero y taladrar con precisión una vez dentro del mismo”, dice Jordan Letkeman, jefe de productos ITH subterráneos de Sandvik, que ha trabajado con el equipo de McArthur River en la instalación de este equipo tan preciso.

El sector del uranio es materia sensible, tanto políticamente como en términos de la incertidumbre del mercado. El tsunami que provocó una catástrofe en la central nuclear de Fukushima, en Japón en 2011, hizo que muchos países se replantearan sus  centrales nucleares. Incidentes como éstos tienen un gran impacto que perdura en la memoria colectiva pero los países suelen aceptar nuevamente que la energía nuclear es segura y respetuosa con el entorno.

“Creemos que forma parte del futuro”, dice Cameron Chapman, jefe de operaciones de Cameco para la mina McArthur River.

Actualmente, la mina produce 8.620 toneladas de uranio al año, ligeramente más que las 8.480 toneladas extraídas al inicio de su actividad. La demanda no ha disminuido, dice.

 

Ficha técnica

Perforadora de explotación ITH Wassara Sandvik DU331-TW montada sobre un brazo:
• Mástil HH con fuerza de 60.000 libras
• Desbloqueo Hidráulico a Resorte (SAHR) de sujeción y desconexión de patas
• Estructura subterránea HD
• Carro inferior HD
• Brazo giratorio a 360 grados
• Lubricación manual centralizada con grasa
• Llave cadena Petol para martillos, sobre el alimentador con cilindro hidráulico
• Sistema eléctrico de arranque suave
• Bomba de llenado de aceite hidráulico
• 2 tomas de 100 A

Módulo de bomba de émbolo tríplex Sandvik KW130:
• Capacidad de bombeo de agua: 350 l/min
• Presión de servicio: 180 bar
• Accionamiento reductor incorporado
• Bomba de carga montada en el motor
• Dos conos de decantación en paralelo
• Sistema secundario de filtración de agua
• Caudalímetro ultrasónico

Los tres principales países productores de uranio –Kazajstán, Canadá y Australia– aportan aproximadamente dos tercios de la producción anual global total de 58.000 toneladas.

Kazajstán encabeza el ranking, con 21.317 toneladas en 2012, o el 37 por ciento del total global, según la Asociación Nuclear Mundial. Canadá produjo cerca del 15 por ciento del total.

Pero ninguna mina puede igualar a McArthur River. “Desde una perspectiva geológica, tenemos un cuerpo mineralizado de alta ley en un espacio relativamente reducido”, dice Chapman. “En la zona 2, donde iniciamos la producción comercial, sacaremos unas 136 toneladas de una superficie del tamaño de un campo de fútbol”.

Oficialmente, la mina ha extraído la mitad de sus reservas comerciales. Pero se trata de estimaciones antiguas y Chapman cree que la mina McArthur River será operativa durante unas cuantas décadas más. “Nuestro plan actual de explotación llega como mínimo hasta 2035”, dice. “Pero todavía hay potencial geológico en la zona”.

Desde la cima del cerro más cercano, se ve claramente la disposición de las estructuras de superficie de la mina. Sorprende ver el poco espacio que ocupan.

La mina McArthur River está situada a unos 600 kilómetros al norte de la ciudad de Saskatoon. Algunos trabajadores llegan de comunidades cercanas pero la mayoría de los 430 empleados y los 250 contratistas llegan en avión para trabajar en turnos de siete días. Para ellos, la pista de aterrizaje y los aviones fletados por Cameco son la única manera de entrar y salir.

La solitaria carretera que lleva a la mina sólo se utiliza para transportar equipamiento y mineral. Durante sus estancias en McArthur River, todos los trabajadores viven en la cercana zona residencial que cuenta con un gimnasio, una cancha de baloncesto, un sauna y un local social.

Después de trabajar durante 11 horas, los que no quieren exponerse al frío suben a autobuses escolares amarillos que cubren la corta distancia entre la mina y el complejo residencial.

Allí, se sirve comida casera en una cantina grande, donde también se pueden pedir bocadillos y snacks a cualquier hora. “Nos cuidan bien”, dice Taylor.

El hijo de Taylor, Dallas, de 25 años, es la tercera generación de la familia que trabaja en la minería del uranio. Es actualmente operador de la nueva perforadora Sandvik DU331-TW, desarrollada conjuntamente por Sandvik y Cameco, habla con la misma confianza que su padre.

Con esta perforadora, tardamos una semana en hacer un agujero para los tubos de congelación”, dice. “Con la perforadora de antes, demorábamos casi tres semanas”.

Entrega especial

“No se trata de lo grandes que son”, dice Jordan Letkeman, jefe de productos ITH subterráneos de Sandvik, “sino de lo pequeños que son”.  Por su volumen reducido, Cameco tiene  operaciones muy especiales para acceder al cuerpo mineralizado.

“No hay margen de error”, dice Letkeman. “Sin ese escudo de hielo, será imposible extraer el mineral”.

Los primeros equipos de perforación Sandvik 6200W se entregaron en 1998 y fueron reacondicionados en 2001. Se trata de equipos de serie con algunas modificaciones importantes.

Las primeras unidades de las nuevas perforadoras DU331-TW, diseñadas conforme a las especificaciones de la mina, se entregaron en 2009.

“La nueva máquina tiene un mástil para levantar grandes pesos, 60.000 libras, y supera ampliamente los 130 metros de largo exigidos para los agujeros”, dice Curtis Taylor, encargado de perforación de agujeros de congelación de Cameco.

También es más pequeña y más fácil de montar y desmontar.

“Eso nos ha permitido reducir el tamaño de nuestras galerías”, dice Taylor. “Antes, abríamos galerías de siete u ocho metros de alto. Ahora, con seis metros y medio, es suficiente. Esa pequeña reducción de la altura ahorra muchísimo dinero a la mina”.

Texto: Henrik Ek/Foto: Pontus Höök