¡Abajo y Adelante!

Una mina a rajo abierto puede inundarse por varias razones, desde fallas en el proceso de achique hasta la entrada de aguas freáticas. Y, al menos hasta ahora, acceder a los minerales una vez inundada la mina siempre ha sido imposible,

Durante la segunda prueba del proyecto Sistema de Explotación Minera Alternativa Viable o ¡VAMOS! por su nombre en inglés (Viable Alternative Mine Operating System), realizada en octubre de 2018, las 16 empresas europeas que colaboran para hacer realidad el proyecto demostraron que los obstáculos están para superarlos.

El objetivo de ¡VAMOS! es construir un prototipo a escala de un vehículo para la minería subacuática para demostrar que explotar minas a rajo abierto inundadas no solo es físicamente posible sino económicamente viable. Integrado en el programa Horizon 2020, financiado por la UE con un presupuesto total de 80.000 millones de euros, ¡VAMOS! prosiguió la fase de pruebas de campo en el rajo inundado de Magcobar, en Silvermines, Irlanda.

“Aquí llevamos todo al límite”, resume Paul Arthur, jefe de proyecto de Soil Machine Dynamics (SMD), hablando de la fase de pruebas.  “Estamos entrando en terreno desconocido; por eso hacemos la prueba y por eso estamos aquí”.

Walter Riegler, que trabaja como técnico de mantenimiento en Sandvik Mining and Rock Technology, explica que Sandvik trajo cuatro tipos distintos de picas de corte, provistas de diversos insertos de carburo de tungsteno. “El motivo por suministrar insertos distintos es para estudiar la efectividad de la cortadora bajo el agua, ya que no sabemos qué vamos a encontrar allí abajo”, dice.

El sistema global es complejo y sencillo a la vez: complejo por las distintas tecnologías de última generación que deben trabajar juntas en una aplicación totalmente nueva; sencillo porque, básicamente, se trata de una minería a rajo abierto sin algunas de las consideraciones típicas, por ejemplo, los costos de achique, las tronaduras, la vibración del suelo, el polvo o la presencia de personas.

El proceso parte de un mapeado del entorno subacuático de la mina con EVA, un robot único construido específicamente para el proyecto ¡VAMOS! por INESC TEC, un instituto de investigación en Portugal. Mientras el prototipo va cortando, EVA actualiza continuamente el mapa en tiempo real, desplazándose de forma autónoma tanto en la superficie como bajo el agua. Utiliza sonar acústico, una cámara y láseres para enviar imágenes tridimensionales del entorno sumergido a la cabina de mando situada en tierra. Utilizando los datos en tiempo real, se genera una imagen en realidad virtual de las operaciones. La cabina de mando también es el lugar donde se produce la interacción entre hombre y máquina, y donde los operadores llevan el vehículo hasta la posición de corte.

Una vez elegido el lugar donde se iniciará el corte, el Buque de Lanzamiento y Recuperación (LARV, por sus siglas en inglés) transporta el vehículo minero hasta el punto especificado mediante cuatro cabrestantes anclados en tierra. A continuación, el LARV, diseñado y construido por la empresa holandesa Damen Dredging Equipment, baja el vehículo por el agua hasta el suelo de la mina y entonces se lo maniobra hasta su posición para iniciar el corte. El material excavado es aspirado hacia la superficie y bombeado a la planta desecadora en tierra, donde se deposita el lodo.

El proyecto no ha estado exento de problemas. Se trata de una colaboración entre 16 empresas de 9 países para crear un equipo totalmente innovador para una aplicación nueva. “Cuando hay proveedores diferentes que suministran piezas distintas que luego se juntarán para crear un equipo nuevo, debes asegurarte de que todo encaje correctamente”, dice Restner. “Fue un desafío enorme pero ya lo ven, las máquinas, los equipos, todo funciona, así que todo salió bien”.

Rainbird coincide: “todo el mundo ha trabajado al unísono. Muchos componentes han sido fabricados en lugares distintos y luego traídos aquí y ensamblados a pie de mina. Ha sido un esfuerzo de colaboración.

La viabilidad del proyecto para la minería subacuática no es lo único que se ha estudiado durante el proyecto ¡VAMOS!. Los componentes podrán utilizarse por separado para aplicaciones ajenas a la minería. Explica Rainbird: “Los resultados de la investigación y la tecnología nueva podrán utilizarse para cartografiar lechos marinos, realizar estudios con muestreo de agua, la defensa, y también en alcantarillas subacuáticas o para despejar túneles sumergidos”.

El proyecto !VAMOS! concluyó a principios de febrero de 2019 y los socios quieren asegurarse de que todo el mundo se beneficie de sus frutos. “Hemos acordado estudiar opciones para explotar el prototipo y convertirlo en una posibilidad comercial”, dice Rainbird.