<p>Stuart Haszeldine, profesor de captura y almacenamiento de carbono de la Universidad de Edimburgo.</p>
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Stuart Haszeldine, profesor de captura y almacenamiento de carbono de la Universidad de Edimburgo.

Captura de carbono

Stuart Hazeldine, catedrático de la Universidad de Edimburgo en captura y almacenamiento de carbono, explica nuevos métodos de captura que pueden reducir la emisión de gases de invernadero en la minería.

El mayor productor de diamantes del mundo ha anunciado planes para explotar una mina neutra en carbono en unos años. De Beers, controlada por Anglo American, busca implementar un proyecto de captura y almacenamiento de carbono (CCS), almacenando dióxido de carbono en roca kimberlita. Solid Ground conversó con Stuart Haszeldine, profesor de captura y almacenamiento de carbono en la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo.

P: Explíquenos brevemente los principios básicos de la CCS en la minería.

A: CCS es el nombre que se da a las tecnologías y acciones que intentan frenar el ritmo de acumulación de gases de efecto invernadero como el CO2 en la atmósfera. Se sabe por la física básica que, a mayores concentraciones de CO2 en la atmósfera, se forma un manto térmico alrededor de la Tierra. Esto ha producido un incremento mensurable de la temperatura de 0,9ºC.
La industria minera emite grandes cantidades de CO2 por el combustible quemado por las máquinas pesadas de movimiento de roca y tierras, y por sus procesos de trituración, purificación y separación. En algunos lugares, las minas desaprovechan un activo muy valioso: la roca excavada y triturada. Algunos tipos de roca, sobre todo los asociados a cuerpos ígneos, reaccionan químicamente con el CO2. Con el tiempo, estos minerales experimentarán los efectos naturales de la exposición a la intemperie, reaccionando con el CO2 atmosférico y formando nuevos minerales. Los productos residuales de la industria minera –escombros, relaves y finos– pueden ser ideales como componentes en reacciones con el agua que transporta el CO2 atmosférico.

Q: ¿Las minas podrían almacenar mucho CO2 ?

A: Sí, hay mucha roca reactiva finamente triturada que, por lo tanto, puede participar en reacciones químicas. Existe una infraestructura industrial que puede desviar el flujo de agua a través de desechos rocosos que absorberán el CO2. Y hay instalaciones de monitoreo y limpieza que pueden neutralizar los episodios de contaminación, con el compromiso, la celeridad y la comprensión suficientes para asegurar que se promueva rápidamente cualquier método nuevo que permita trabajar de forma más limpia.

Q: De Beers proyecta almacenar el carbono en los relaves de kimberlita. ¿Por qué resulta la kimberlita tan idónea? ¿Podrían otras minas utilizar también sus propios relaves?

A: Las kimberlitas son ricas en minerales reactivos máficos que contienen hierro, calcio y magnesio. Están especialmente indicadas para reacciones rápidas con el CO2 y pueden formar serpentina, con el metano como subproducto. La mayoría de las minas ígneas pueden producir minerales capaces de provocar reacciones en las que se produce la absorción de CO2. Por ejemplo, los granitos contienen feldespatos, que reaccionan con CO2 para formar minerales de arcilla.