Regreso al futuro
[preamble]Un mundoque se transforma en paisaje futurista siempre necesitará de innovaciones e innovadores para avanzar, en todos los sentidos de la palabra.
En agosto de 2013, se presentó una nueva forma de transporte, el Hyperloop, un vehículo en forma de cápsula que se catapultaría por un tubo tendido entre dos puntos.
Innovaciones para clientes
A Janne Uotila de Sandvik Mining le interesan ideas como el Hyperloop.
“Pero creo que al Hyperloop le falta madurez para tener un uso comercial en los próximos 10 años y, como solución en la minería subterránea, todavía es demasiado complicado”.
Sandvik Mining desarrolla soluciones automatizadas y semiautomatizadas, respondiendo a una tendencia creciente en el sector hacia entornos más seguros y operaciones más eficientes.
“La satisfacción futura del cliente pasa por simplificar y hacer más seguros las operaciones y el mantenimiento y reducir el consumo energético”, dice Uotila.
Parece de una película de ciencia ficción pero el Hyperloop podría ser la solución para el transporte del futuro, cree su inventor, Elon Musk.
Si el Hyperloop se construyera entre Los Ángeles y San Francisco, el viaje de 570 kilómetros llevaría sólo 35 minutos, con una velocidad media de 962 kilómetros por hora.
Sin embargo, los ingenieros dudan que 7.500 millones de dólares, el costo estimado del proyecto, sean suficientes para su desarrollo e implementación.
Musk no es el primero en idear un concepto como el Hyperloop.
A fines de los años 90, Stephen Fairfax, presidente de MTechnology Inc, construyó una unidad de demostración para transportar 3 millones de toneladas de mineral al año en una mina de fosfatos.
El “vagón de mineral” se basaba en un concepto del desarrollador de transporte de alta tecnología Magplane que, en los años 70, propuso un tren de levitación magnética capaz de desplazarse a 500 kilómetros por hora.
Fairfax, en aquel entonces un joven estudiante de ingeniería en el MIT, fue contratado para construir un sistema de vagones de mineral para probar el concepto y reducir el costo de transporte de mineral en una mina de fosfatos en los Estados Unidos.
A mayor escala, la misma tecnología sería capaz de transportar 50 millones de toneladas al año hasta un puerto a 60 kilómetros de distancia.
El principio es sencillo. Se introduce el vagón en un tubo y motores eléctricos lineales impulsan el vagón por el tubo a velocidades hasta 18 metros por segundo. El propio vagón es un vehículo básico: dos placas terminales que sujetan las ruedas y una barra de acero en el centro con una tolva que se utiliza para transportar la roca.
“Para calcular la confiabilidad, aplicamos los principios matemáticos y científicos utilizados por los ingenieros estructurales para calcular vigas de acero y otros componentes”, dice.
MTechnology sigue trabajando en innovaciones futuras para el sector minero pero, por motivos de confidencialidad, no revela más información.
Fairfax se limita a decir: “Me interesan mucho los sistemas de alimentación eléctrica y los sistemas de seguridad de las minas. Quiero encontrar formas de mejorar su confiabilidad y eficiencia”.
Es una buena noticia, ya que las ideas inteligentes siempre formarán parte del futuro de la minería.
Texto: Alannah Eames/Ilustración: Ronny Wulf