El mejor terreno de pruebas
ANTOFAGASTA, CHILE. La digitalización optimiza el mantenimiento predictivo y mejora la toma de decisiones en los procesos de la planta de sulfuros de la mina de cobre Mantos Blancos.
Si una trituradora es capaz de procesar mineral en Mantos Blancos podrá hacerlo en cualquier otro lado.
Esa es una opinión generalizada en la industria minera chilena. La roca en Mantos Blancos es tan dura y abrasiva que muchas minas la consideran el mejor terreno de pruebas.
“Los proveedores quieren probar sus productos aquí y las minas chilenas nos preguntas que máquinas hemos probado. Porque si funcionan bien aquí funcionarán en cualquier parte”, dice Pablo Carrasco, superintendente de compras de Mantos Blancos y de la mina Mantoverde.
A 800 metros sobre el nivel del mar, en el desierto de Atacama, Mantos Blancos produce unas 50 mil toneladas anuales de cobre fino. La mina opera un circuito de lixiviación y otro de flotación, y planea mantener los niveles actuales de producción hasta 2035, incrementando la capacidad de su planta de sulfuros.
El circuito de sulfuros consta de una trituradora primaria, una secundaria y tres terciarias, en un circuito cerrado que entrega a molienda convencional un producto un 98% inferior a un cuarto de pulgada (o 6,4 milímetros).
“La línea terciaria es la columna vertebral de la planta de sulfuros”, dice Carrasco. “Si la línea no opera continuamente la producción se detiene en la etapa siguiente”.
La primera trituradora Sandvik de Mantos Blancos, una CH660, entró en servicio en 2001 reemplazando a un modelo obsoleto de la competencia. Tres años más tarde, la mina reemplazaría otra vieja trituradora de la competencia optando, esta vez, por una Sandvik CH870 de mayor capacidad. Fue el debut internacional del modelo.
La mina Mantos Blancos
Mantos Blancos está ubicada a unos 45 kilómetros al noreste de Antofagasta. A unos 800 metros sobre el nivel del mar, en el desierto de Atacama, esta operación de rajo abierto produce unas 50.000 toneladas anuales de cobre fino.
Esta primera CH870 fue un éxito tal que Mantos Blancos instaló una CH870 más para reemplazar a la más pequeña CH660 y aumentar aún más la capacidad. Para el 2008, la planta ya había migrado al modelo CH870 sus tres trituradoras terciarias.
“La ventaja competitiva de las trituradoras Sandvik es que las máquinas no tienen problema aun cuando trabajen permanentemente a su máxima potencia. Es algo que nadie más ofrece en el mercado”, dice el jefe de mantenimiento de la planta, Luis Guerrero.
Últimamente, Mantos Blancos se ha interesado más y más en la digitalización, la Internet de las Cosas y el potencial de eficiencia y productividad relacionado con la conectividad, la recopilación y el proceso de datos en las operaciones mineras.
Cuando se presentó una oportunidad de implementar conectividad en la vital línea de chancado terciario, Mantos Blancos la aprovechó.
Tras una década de operación confiable y productiva, la mina actualizó una de sus Sandvik CH870 convirtiéndola en una nueva CH870i. Lo hizo aprovechando las ventajas del programa Sandvik Reborn, una opción más económica que la adquisición de un equipo nuevo, ya que permitía reutilizar la infraestructura y equipos auxiliares existentes. La Sandvik CH870i Reborn, comenzó a operar tras solo dos días y con una garantía extendida a tres años.
“La solución Reborn nos permitió conservar muchos componentes de la máquina actualizada, componentes perfectamente utilizables”, cuenta Carrasco. “Y la garantía extendida, que incluye inspecciones periódicas, realmente nos aporta tranquilidad”.
La Sandvik CH870i, que entró en servicio en junio de 2018, cuenta con mejoras tales como un eje principal un 65% más fuerte, carcasas inferiores y superiores muy mejoradas, y un sistema de sobrepresión perfeccionado para mayor confiabilidad.
Pero, para Mantos Blancos, las principales ventajas han sido digitales.
La mina conecta la nueva Sandvik CH870i por medio del portal de clientes My Sandvik, que le permite a Mantos Blancos tomar decisiones basadas en datos a los que accede las 24 horas del día.
“My Sandvik pone a disposición de los equipos de mantenimiento y de los operadores información crucial que facilita la toma de decisiones”, dice Carrasco.
La conectividad ha ayudado a Mantos Blancos a identificar cuellos de botella, localizar problemas y mejorar el mantenimiento predictivo.
“Permite que todos hablemos el mismo idioma”, dice Guerrero. “Ya sea si nos referimos al consumo de energía de un equipo, a temperaturas altas, algún material no triturable detectado a tiempo, o a que el sistema de electroválvula de descarga se accionó para evitar daños colaterales, todo puede ser analizado, revisado y explicado con la información online. Eso facilita la continuidad. Las alertas tempranas ayudan a detectar fallos en desarrollo o realizar controles que eviten ciertas fallas. Por ejemplo, ¿fue material no triturable o hay otra explicación para los daños en un buje? Aun cuando no exista evidencia física, se puede recurrir a los datos”.
My Sandvik ha también ayudado a Mantos Blancos a mejorar su transparencia, poniendo al alcance de la organización, los datos de operación de la planta.
“Con los datos de nuestros sistemas en línea, podemos tomar decisiones desde todas partes: desde la planta, la oficina o nuestra casa”, dice Carrasco. “Con información importante online, accesible en todo momento, se facilita la toma de decisiones.
Con la digitalización podemos entender mejor los fallos y aprender de ellos. Tenemos que aprovechar toda esta información para anticipar situaciones y realizar mejores análisis.
Es este el beneficio más concreto de tener la información disponible de esta forma”.
Para el personal en la planta de sulfuros, es esencial alcanzar el producto deseado operando las trituradoras terciarias a un régimen ideal de potencia.
“Las máquinas deben operan siguiendo los valores nominales definidos –ni más, ni menos– siempre en el punto óptimo donde se utiliza el potencial máximo de la máquina dentro de los márgenes de seguridad establecidos para su operación”, dice Guerrero. “La digitalización nos puede ayudar con esto”.
My Sandvik también le ofrece a la mina el acceso a los manuales de las trituradoras y una plataforma de comercio electrónico para encargar repuestos y consumibles, incluyendo una función de seguimiento de pedidos que facilita la planificación del mantenimiento.
“Es fantástico tener la información online de los repuestos que necesitamos”, dice Guerrero. “Podemos chequear y registrar, inmediatamente, nuestras necesidades. Con una plataforma de comercio electrónico es fácil y rápido encargar repuestos. Se simplifica la tarea logística y los tiempos de respuesta se reducen”.
Carrasco dice que Mantos Blancos gana en tranquilidad usando repuestos originales Sandvik pedidos vía My Sandvik.
“Sabemos que hay repuestos alternativos en el mercado, pero no hay comparación posible con la confiabilidad de los repuestos originales del fabricante”, dice. “Lo que necesitamos es asegurar la continuidad de las operaciones y mejorar la productividad”.
Sandvik ha ayudado a Mantos Blancos a asegurar esa continuidad en sus procesos por casi dos décadas. En una mina donde los materiales abrasivos causan un desgaste drástico y prematuro de componentes y revestimientos, Sandvik ha mejorado y optimizado continuamente sus soluciones de cámaras de trituración para extender su duración sin sacrificar la distribución del tamaño del producto.
“A lo largo de los años, Sandvik se ha adaptado a las necesidades de nuestra planta”, dice Guerrero. “Han comprendido las particulares necesidades de Mantos Copper, más que nada por la dureza del material”.
La mina solía cambiar el revestimiento a veces semanalmente, pero Sandvik trabajó con la mina para extender el ciclo de utilización hasta 21 días.
Mantos Copper
Mantos Copper es dueña y opera las minas de Mantos Blancos y Mantoverde en el norte de Chile, produciendo unas 100 mil toneladas anuales de cobre.
“Las mejoras introducidas por Sandvik ayudan más que nada desde una perspectiva de costos, porque el revestimiento se desgasta menos”, explica Carrasco. “Hay menos interrupciones. Antes la planta tenía que parar a menudo para el cambio de mantos así que se beneficia, ahora, de ciclos más largos que tienen un impacto directo en la producción”.
Mantos Blancos quiere una presencia permanente de Sandvik en la planta, lo que ha permitido maximizar la potencia y la presión de las trituradoras resultando en un producto más fino. En los tres años del contrato de asesoría experta al mantenimiento, Sandvik ha suministrado repuestos, consumibles y realizado inspecciones semanales.
“Decidimos seguir trabajando codo a codo con Sandvik por el apoyo técnico que ofrecen”, dice Guerrero. “Lo que el contrato nos da son los conocimientos de Sandvik, su apoyo técnico. Es lo que buscamos y lo que diferencia a Sandvik de otros proveedores. No sólo queremos la máquina sino también los conocimientos expertos del fabricante. Con la ayuda de esos conocimientos y de su experiencia, podemos asegurar la continuidad”.
El acuerdo incluye inspecciones periódicas, consultas técnicas, capacitación y apoyo técnico.
“Es el valor agregado que marca la diferencia”, dice Carrasco. “No podíamos obtenerlo de otro fabricante de equipos. Vemos que Sandvik nos apoya realmente, y eso es lo que determina al éxito de nuestra colaboración. Sandvik nos ha ayudado a modernizar nuestro equipo y a mantener un alto nivel en nuestra operación de la planta de sulfuros. Los equipos Sandvik han dado nueva vida a nuestros procesos de trituración de sulfuros”.