En la tierra de los primeros hombres

Kathu, Sudáfrica. Al decidirse a desarrollar una nueva mina de hierro en el sur del Desierto de Kalahari, la minera Assmang enfrentó enormes desafíos. Hoy, sus nuevos recuperadores y apiladores le permiten a la compañía cumplir sus objetivos.

Es s la tierra de los Primeros Hombres. Los bosquimanos Khomani San han recorrido Kathu Pan, Kalahari y el África meridional por decenas de miles de años. Investigaciones recientes han demostrado que los bosquimanos son portadores del linaje humano conocido más antiguo; llevan el genoma de nuestros antepasados. Por miles de años, utilizaron flechas y lanzas con puntas hechas de huesos o piedras, antes de conocer el hierro de la mano de otras tribus.

Una respuesta rápida y confiable

Cuando Assmang decidió emprender el proyecto de la mina de Khumani, firmó un contrato de transporte con la entidad estatal sudafricana Transnet. El contrato obligaba a la empresa a alcanzar los niveles de producción acordados en tan sólo dos años. La primera voladura se hizo en mayo de 2007.  Khumani decidió comprar sólo recuperadores y apiladores Sandvik.

“Trabajamos con Sandvik para optimizar la aplicación, principalmente en las áreas de flujo de materiales, y la duración de las piezas de desgaste. Este criterio ha influido en los equipos que se han entregado recientemente”, dice Pierre Becker, director general de Khumani.

“Con la puesta en marcha de la segunda fase vamos a elevar la capacidad de producción de 10 millones a 16 millones de toneladas. El año que viene, produciremos 13,6 millones de toneladas de mineral de hierro”.

La primera fase significó una inversión de 400 millones de euros y la segunda fase costó 600 millones de euros. Otros 100 millones de euros se gastaron principalmente en equipos para la minería. La inversión total suma casi 1.200 millones de euros.

El pedido hecho a Sandvik para 8 apiladores y 6 recuperadores tiene un valor de 62 millones de euros.

El paisaje del Cabo Norte de Sudáfrica va cambiando a medida que uno avanza hacia el norte. En la zona de Kathu, el desierto aún no predomina pero, más al norte, el paisaje se transforma en dunas rojas. En la mina de Khumani, el polvo rojo del mineral de hierro lo cubre todo. Pierre Becker es gerente general de la Mina de Hierro de Khumani. Se incorporó al Grupo Assmang en 2004 como gerente de ingeniería de la cercana Mina de Beeshoek, antes de pasar a Khumani en 2006.

Assmang tiene un contrato con Transnet, la empresa estatal ferroviaria y portuaria sudafricana. Se ha comprometido a exportar 10 millones de toneladas de hierro anuales por la terminal de exportación de Saldanha, al noroeste de Ciudad del Cabo. La producción de la mina de Beeshoek era insuficiente y las reservas de mineral empezaban a agotarse. Por eso, la nueva mina tenía que entrar en funcionamiento sin demora.

“No podíamos equivocarnos con la elección de proveedor y equipos de manejo de material. Era un aspecto crítico del diseño de Khumani: el cuerpo mineralizado debía optimizarse a lo largo de la vida de la mina y combinar la producción tanto del mineral sin clasificar como la del producto acabado”, dice.

Los procesos se planificaron al detalle, y no había margen para eslabones débiles. El mineral de hierro se extraería a tajo abierto mediante perforación y tronadura. Se cargaría en camiones que lo transportarían a las instalaciones de chancado. Desde allí, se transportaría mediante correas y se acumularía en lechos de mezcla antes de pasar a la planta de beneficio. A partir de allí, el material pasaría a la planta de lavado y clasificación. Habría un circuito especial para el material de calidad inferior. El producto final se almacenaría en tres categorías distintas antes de pasar a una estación de carga rápida. Assmang necesitaba recuperadores y apiladores confiables para manejar el material antes de que llegara a la planta de procesamiento y a la pila de almacenamiento.

La empresa buscó proveedores por todo el mundo, ya que era vital seleccionar a un proveedor de equipos con experiencia y que fabricara máquinas de las dimensiones requeridas. El grupo decidió comprar sólo apiladores y recuperadores de Sandvik para la primera fase. Luego, tomó la misma decisión para la segunda fase, que acaba de entrar en ejecución.

“En Khumani, el mineral de hierro es muy duro. Eso explica porqué hemos elegido a Sandvik como proveedor de equipos y tecnología”, dice Becker. “La dureza del mineral también representó un desafío en manejo de material”.

Tanto Khumani como Sandvik han tenido que pasar por una curva de aprendizaje y se han cambiado algunos diseños para adaptarlos a las condiciones del mineral de hierro de la mina.

“Actualmente, estamos trabajando intensamente en la implementación de una nueva versión del software con Sandvik,” dice Becker. “Primero se probó en las máquinas que trabajan con el mineral sin clasificar. Los apiladores y recuperadores de mineral sin clasificar son algo distintos a los de la primera fase. Nos ha ido bastante bien”.

La mina de Khumani es la primera mina equipada por Sandvik en África con recuperadores y apiladores totalmente automatizados. Varias máquinas, algunas de 500 toneladas, se desplazan por la cancha de acopio sin ningún operador a la vista. En una sala de control a kilómetros de distancia, el controlador de procesos Leroux Ekkerd maneja las máquinas con el ratón de su computadora.

“Cada cancha de acopio tiene sus propios ajustes en el recuperador y éste sabe cuántos metros avanzar y dónde parar antes de llegar al final de la pila”, dice. “Seleccionamos el producto que queremos recuperar y ponemos en marcha la secuencia”.

“En la mina donde trabajaba –antes de venir aquí– tenían un transportador que corría debajo de la pila de almacenamiento y no al lado, como aquí”, dice. “Había muchos problemas porque no se podían ver los problemas que pudieran haber debajo”.

Cada día laboral, Gideon Pietersen vigila a sus máquinas, tres gigantescos apiladores de Sandvik en la cancha de acopio. Busca posibles desperfectos, pero raras veces encuentra alguno.

Acerca de Assmang y la mina

La primera exploración geológica tuvo lugar en la zona en 1867. Nueve años después, John Mintern estaba haciendo reconocimientos en los ranchos que más tarde formarían parte de la mina de Assmang Limited.

En 1926, Thomas Shone y sus socios crearon Union Manganese Mines and Minerals Limited, que englobaba la mina actual de Khumani.

En 1970, Assmang ya era el segundo mayor exportador de mineral de hierro de Sudáfrica.

Assore y African Rainbow Minerals son los únicos accionistas, cada una con una participación del 50 por ciento en Assmang.

La mina de Khumani tiene 1.562 empleados y trabaja con unos 2.300 contratistas.

La mina está situada a 30 kilómetros de Kathu y unos 250 kilómetros al noroeste de Kimberley, en la Provincia del Cabo Norte.

“Doy un paseo por aquí cada mañana, cuando empiezo mi turno”, dice Pietersen. “Básicamente, mi trabajo es usar las máquinas con el material sobredimensionado”.

Pierre Becker recuerda cómo era la zona antes de convertirse en lo que hoy es la mina de Khumani. “Aquí, no había nada, absolutamente nada”, dice. “Había ganado y algunos animales de caza, como el antílope kudú. Todavía se pueden encontrar algunos ejemplares en la finca”.

Becker es un gran aficionado a la caza y muchas veces sale a cazar antílopes. Pero los cazadores que admira profundamente son los que dieron su nombre a la mina, los bosquimanos Khomani San. Assmang decidió rendir tributo a los Khomanis cuando puso nombre a la mina pero, para poder registrar la marca, sustituyó la “o” por una “u”.

Assmang ha sido una fuente de apoyo para los bosquimanos, donando casi 200.000 euros durante los dos últimos años. La empresa ha construido un centro social y un kindergarten y también ayuda a preservar su idioma.

“Tenemos una relación estrecha con los Khomani San,” dice Becker. “Son ellos que dieron nombre a la mina. Y son los primeros que habitaron esta zona”.

Texto: Torbjörn Selander/Foto: Måns Berg