Un desarrollo profundo

Más de 90 kilómetros de túneles discurren hasta profundidades de 800 metros en la mina Balya, en el noroeste de Turquía.

Esan, uno de los principales productores de metales base y otros insumos, lleva adelante la operación de la mina de zinc y plomo más profunda del país desde 2009.

“Esan tiene un papel importante en Turquía”, dice Recep Solak, el gerente de las operaciones del contratista Sargin Construction and Machinery en la mina. “Es una mina muy grande y se han hecho grandes inversiones para la explotación de zinc y plomo. La producción es importante”.

Sargin, una empresa de ingeniería y tunelaje que entró en el sector minero 2014, con la construcción de un sistema de ventilación en Balya, tiene ahora a cargo varios proyectos de desarrollo en la mina.

Este jumbo de desarrollo de dos brazos, para minería y tunelaje, está diseñado para perforar agujeros de 43 a 64 milímetros y agujeros escareados de entre 76 y 127 milímetros. Combina controles hidráulicos THC560, un brazo extensible B26XLF y uno de perforación de roca HLX5 con 20 kW de fuerza de impacto para maximizar la productividad y la disponibilidad.

Un período de cuatro meses puso en el terreno a un jumbo Sandvik DD320S contra un jumbo de un competidor, también de dos brazos y similar tamaño.

“Primero probamos el rendimiento del jumbo Sandvik”, cuenta Solak. “Y luego comparamos con el equipo del competidor. Recopilamos los datos de ambas máquinas y cuando el período de pruebas concluyó constatamos que el jumbo Sandvik ofrecía un rendimiento superior”.

El contratista elogió el rendimiento, la confiabilidad y la eficiencia del equipo.

Durante sus cuatro meses de prueba, el jumbo Sandvik DD320S registró un promedio de 93,3 metros de perforación por hora de percusión contra 69,3 metros del competidor.

“La eficiencia de la perforación es muy alta”, dice el supervisor de turno Şükrü Kahraman. “Es un equipo muy eficiente. La perforadora trabaja de forma muy confiable, sin fallas. Estoy muy satisfecho”.

Su disponibilidad fue de casi el 94 por ciento durante la prueba, comparada con el 70 por ciento de la otra unidad.

“Es una máquina rápida que rara vez falla, así que producimos más”, dice Solak. “Si minimizamos las fallas, ganamos rapidez en nuestro trabajo y mejoramos el rendimiento. Parar y ocuparse de una falla lleva, cuanto menos, una hora y media. Por eso, la confiabilidad es el criterio más importante. Las fallas más comunes son pinchaduras en mangueras, sistemas sin fluido hidráulico y sensores que funcionan mal. Y no hemos visto mucho de esos problemas en el jumbo Sandvik”.

Los operadores, como Rüstem Karadeniz, elogian la facilidad de uso del equipo.

“Si hay un problema, es mucho más fácil ocuparse de él”, dice. “Se ve mejor durante la perforación. Es fácil de usar y el rendimiento es mucho mejor que el del equipo del competidor. El control del brazo es sencillo y la visibilidad en la perforación también es muy buena”.

Los consumibles del jumbo Sandvik DD320S ofrecen otra posibilidad adicional de reducir costos gracias a su mayor duración. La duración promedio de una barra de perforación superó, por cuatro horas, la duración de las barras del jumbo de la competencia.

Sargin no registró incidentes por lesiones con pérdidas de tiempo de trabajo en la operación del jumbo Sandvik DD320S que cuenta, como estándar, con pasamanos ergonómicos y escalones con superficie antideslizantes, y opciones FOPS/ROPS para la cabina del operador.

Para Solak y sus colegas, el jumbo de Sandvik cumplió con toda la lista de requerimientos.

“El rendimiento del equipo debe ser alto”, dice Solak. “La perforación debe ser confiable y el operador tiene que trabajar confortablemente. La máquina debe ser, además, rápida. Y esa es la razón del éxito de Sandvik. Los datos nos han impresionado a todos”.