De sugerencia a innovación

¿Quién hubiera pensado que un comentario en un taller, en 2011, se plasmaría en el nuevo diseño del camión Sandvik TH663 y una nueva flota para el contratista de minería subterránea Barminco? 

A principios de 2013 Peter Campain, gerente de equipos de Barminco, importante contratista australiano de minería subterránea, envió una invitación a tres de los fabricantes de camiones subterráneos más importantes del mundo.

Explicaba que tenía la intención de sustituir la flota actual de la empresa, de 54 camiones, con entre 30 y 50 camiones nuevos en un plazo de tres años.

La flota nueva sería de la misma marca y modelo.

“Con un solo modelo en toda la flota lograríamos un ahorro importante en repuestos y nuestros montadores se volverían especialistas, trabajando con un solo tipo de sistemas”, dice Campain.

Acerca del TH663

El Sandvik TH663 pesa 43 toneladas, unas 8 toneladas menos que su predecesor, lo que significa menos consumo de combustible.

La cabina ergonómica e insonorizada, un 35% más grande que modelos anteriores, ofrece más comodidad y seguridad al operador. Para reducir el cansancio del conductor y evitar problemas crónicos de espalda y hombros, la nueva suspensión del eje delantero ha sido diseñada para amortiguar las vibraciones y sacudidas.
El diseño prioriza la velocidad y la seguridad del mantenimiento con puntos de servicio  accesibles desde el suelo.

Una prestación única es su sistema de elevación con gato interno, que permite cambiar una rueda en menos tiempo y con más seguridad cuando el reventón se produce bajo tierra.

Con un largo de 11,58 metros y un ancho de 3,48 metros, el radio de giro externo del camión es de 9,35 metros.

Hasta hace 15 años, el grueso de la flota de Barminco estaba compuesta de camiones Sandvik 50D y 50 Plus pero en 2006 ya no quedaba ninguno de ellos.

Inicialmente, Campain no había considerado a Sandvik una opción preferente. En parte, por la reticencia de la empresa a facilitar información detallada sobre su nuevo camión Sandvik TH663 –en cuyo diseño el propio Campain justamente había tenido algo que ver– y que entonces estaba en fase de pruebas en la mina de oro de Darlot en Australia Occidental.

El taller en Sandvik hizo una gran diferencia.
La participación de Campain en el desarrollo del TH663 data de cuando el nuevo camión era solo una idea. En 2011, Campain había aceptado una invitación para asistir a un taller sectorial de Sandvik en Perth, parte de una iniciativa internacional para recabar opiniones de clientes sobre la gama de productos.

Después de escuchar unas presentaciones sobre los principales grupos de productos, los asistentes fueron divididos en pequeños equipos. Era un proceso estructurado consistente en identificar qué es lo que gustaba y no gustaba de las máquinas y qué cambios les gustaría que se hicieran.

“Cuando por fin vi el prototipo del camión, a fines de 2013, me llamó la atención que gran parte de lo que habíamos dicho había sido incorporado en la versión final”, explica Campain.

“Alguien ha dedicado mucho tiempo a diseñarlo”
Lo que más le interesaba eran las funciones diagnósticas, sobre todo la transmisión inalámbrica de datos. Sus experiencias anteriores con otros fabricantes lo habían decepcionado.

“Pero el sistema CANbus de este camión se destaca precisamente por su capacidad diagnóstica”, dice. “Un equipo técnico de Sandvik está trabajando con nosotros en Sunrise Dam para desarrollar un sistema inalámbrico de registro de datos que permitirá al personal de Barminco y Sandvik, ya sea en la propia mina o desde Perth, acceder remotamente a los datos generados donde sea en la mina.

“Con este sistema, dispondremos de un acceso minuto a minuto a los datos de producción y nuestro personal de mantenimiento podrá identificar los problemas en una fase precoz, para efectuar la reparación en menos tiempo y con menos costos”.

Los accesos para mantenimiento eran otro aspecto del diseño que Campain había destacado en el taller. Las máquinas subterráneas, por su propia naturaleza, tienen que ser muy compactas y esto a menudo puede provocar problemas de accesibilidad.

“Me sorprendió lo bien pensadas que están las trampillas y vías de acceso del camión, sobre todo la cubierta del compartimiento del motor, que se puede levantar como una sola unidad”, dice. “Muchos camiones sufren daños externos en los componentes que sobresalen, como los faros. Pero Sandvik también ha pensado en eso. Todos los faros están empotrados; incluso hay un hueco especial para el extintor. Cada vez que miro el camión, no puedo dejar de pensar: ‘Alguien ha dedicado mucho tiempo a diseñarlo”.

La colaboración continúa
Campain cree que el proceso de consulta a los clientes fue una iniciativa positiva, que ayudó a Sandvik a convertir el TH663 en lo que es hoy.

“Es gratificante pensar que yo también participé en el diseño de este camión. Y lo que es más importante, espero poder seguir trabajando con el personal de Sandvik en la mina para perfeccionar lo que, en mi opinión, es el camión subterráneo que hoy ofrece la mejor relación calidad-precio”.

El programa de renovación de la flota de Barminco con un solo modelo ya está en marcha. La empresa compró cinco unidades TH663 en 2014 y se entregarán otras seis durante el primer trimestre de 2015.

Texto: Jim Ward  Ilustración: SPOON